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MÉXICO, D. F.- La Sala Nezahualcóyotl, una de las mejores del mundo por su belleza arquitectónica y su ingeniería acústica, cumple 26 años de haber abierto por primera vez sus puertas al público. Después de ser construida en un tiempo récord de nueve meses, fue inaugurada la noche del jueves 30 de diciembre de 1976 con un concierto que ofreció la Orquesta Filarmónica de la UNAM, bajo la batuta del maestro Héctor Quintanar, y la declaratoria oficial del doctor Guillermo Soberón, entonces rector de esta Casa de Estudios.

El programa de esa noche estuvo integrado por Fiestas, obra compuesta precisamente para esa ocasión por el propio maestro Quintanar; la Sinfonía India , de Carlos Chávez; música virreinal mexicana interpretada por la soprano Irma González; y el concierto Emperador de Beethoven, con la participación del pianista Hans Richter-Hasser.

En sí misma, un instrumento musical

Diseñada por los arquitectos mexicanos Arcadio Artis y Orso Núñez sobre una superficie total de nueve mil 500 metros cuadrados, la Sala Nezahualcóyotl, con capacidad para dos mil 311 espectadores, fue el primer recinto terminado del Centro Cultural Universitario.

El proyecto había nacido años antes, cuando el maestro Eduardo Mata, entonces director de la OFUNAM, le comentó al arquitecto Arcadio Artis la necesidad de construir una sede para la orquesta universitaria.

El maestro Mata imaginó una sala que fuese acogedora, con el escenario adelantado hacia el público. De ahí que la forma del edificio tenga su punto de partida en el escenario mismo, donde se genera, en reflejo, toda la geometría de la nave.

A principios de 1975 se iniciaron los trabajos de construcción, a cargo de los técnicos, arquitectos e ingenieros de la Dirección General de Obras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El problema que implicaba el recubrimiento de la sala se resolvió con un sistema de concreto cincelado de estrías, que dio lugar a una textura muy acorde con el contexto agreste del lugar.

La nave cuenta con planta baja, primer piso, mezzanine y segundo piso. En ellos se distribuyen los camerinos, una cafetería, las oficinas, el salón de prensa, los sanitarios públicos, los almacenes, el guardarropa, el vestíbulo principal y las taquillas.

El diseño acústico de la sala, realizado por el estadounidense Christopher Jaffe, tiene como antecedentes el Concertgebow de Amsterdam y la Sala Ushers de Edimburgo, espacios donde una parte de los espectadores tiene la oportunidad de ocupar lugares que rodean el escenario.

Jaffe sometió el diseño de las gradas a rigurosos parámetros de isóptica e ingeniería acústica, para que cada espectador pudiera escuchar nítidamente los sonidos desde cualquier butaca y tener una perspectiva idónea del escenario.

Cubrió el interior de la sala con paneles quebrados de madera para distribuir mejor el sonido y evitar los ecos. Dispuso un enorme plafón que, además de iluminar a la orquesta, sirve para proyectar el sonido en diferentes direcciones. En palabras del propio Jaffe, “la sala de conciertos Nezahualcóyotl es en sí misma un instrumento musical”.

La sala tiene también una especie de sobrerrespaldo de madera que ayuda a reflejar aún más el sonido, y una cavidad debajo del escenario que se encarga de expandir los sonidos graves. El alumbrado forma parte de la arquitectura de la sala, donde se proyectó un nivel de 385 luces sobre la plataforma del conjunto orquestal y 200 luces como alumbrado general.

Se adoptó la iluminación incandescente como fuente de luz, con unidades de flujo intenso de 75, 150 y 300 vatios. En la zona del vestíbulo principal y en general de público se completó la iluminación con elementos especiales tipo candil.

SÓLO BUENA MÚSICA

A lo largo de 26 años, en la Sala Nezahualcóyotl se han escuchado numerosos estrenos de obras nacionales e internacionales, y se han presentado solistas y orquestas de talla internacional, como:

-La Filarmónica de Viena con Carlos Kleiber.

-La Filarmónica de Israel con el legendario Leonard Bernstein.

-La Sinfónica de Londres con John Pritchard.

-La Filarmónica de Nueva York con Kurt Masur.

ADEMÁS....

-Este recinto universitario fue sede, a partir de 1989 y durante varios años, del Festival Internacional de Jazz, que convocó a grandes leyendas del género, como Eddie Palmieri, Michel Camilo y Chick Corea.

-También ha sido foro de recitales históricos, como el que dio alguna vez el poeta chiapaneco Jaime Sabines.

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